Los líderes o las líderes en cualquier organización son una parte fundamental, tanto para motivar a los colaboradores como para conseguir sacar al equipo adelante. Sin un buen liderazgo, las organizaciones pierden el rumbo hacia el éxito y, difícilmente, adquieren el compromiso de sus colaboradores/as. Por este motivo, el buen líder o la buena líder tiene que convertirse en un referente para su equipo.
Liderazgo en organizaciones
Para ejercer un buen liderazgo, sus colaboradores/as tienen que poder confiar en él/ella y respetarle, y para ello tendrá que adquirir y demostrar una serie de competencias generales, que le servirán para ganarse la confianza de su equipo y de las demás personas, cumpliendo así con los objetivos marcados.
A continuación, se describen
6 competencias básicas que todo buen líder debería poseer o trabajar para mejorar Share on X1. Honestidad
La honestidad es primordial para garantizar la confianza y el respeto de los equipos. Ser consecuente con lo que se dice y se hace, como también ser transparentes con las decisiones que se toman fortalecerá la confianza del equipo, y ayudará a gestionar el trabajo con unas reglas claras y sin sorpresas
2. Comunicación
Saber lo que se quiere lograr es una cosa, pero transmitirlo al equipo y que cada uno de sus miembros lo interioricen, es otra muy distinta. Por este motivo, hay que saber muy bien cómo describir los objetivos de una manera que todo el mundo los pueda entender.
Además, es importante que se desarrolle un esfuerzo activo por parte del/la líder, a la hora de interactuar con su equipo de trabajo. Por otra parte, implementar una política de puertas abiertas en su despacho, de escucha activa, son medidas que favorecen la comunicación interna. Finalmente, aclarar la disponibilidad personal al equipo para comentar las cuestiones o las ideas que vayan surgiendo, es clave para garantizar un equipo basado en la confianza.
3. Compromiso
No hay mejor motivación que ver a un jefe o una jefa en las trincheras trabajando junto con el resto del equipo, y mostrando que el trabajo duro se realiza en todos niveles de la empresa. Al mostrar su compromiso con la compañía y un papel activo, inculcará este mismo compromiso en sus colaboradores.
El compromiso se debería demostrar no solo en el trabajo a realizar sino también en el reconocimiento. Recompensar al equipo por los esfuerzos extra realizados, suele ser una acción que ayuda a fomentar el compromiso.
4. Delegación
Que un líder sepa delegar no tan solo contribuye a la eficiencia y al cumplimiento de objetivos, sino que también es señal de confianza con el equipo. No obstante, la delegación de tareas es una de las habilidades más difíciles de llevar en cualquier departamento. Por tanto, saber delegar, confiar en las decisiones de otros/as, y ceder responsabilidades, son claves para su buen funcionamiento. Además, el delegar no tan solo contribuye a la confianza, si no que también es una oportunidad para dotar de más valor a sus equipos, que estos desarrollen nuevas habilidades, contribuyendo a trabajadores/as más polivalentes.
5. Creatividad
La creatividad entrega a los/as líderes la posibilidad de imaginar algo nuevo, por lo tanto es una competencia vital para las personas que ejercen liderazgo. En los tiempos que vivimos donde todo es dinámico y cambiante, aprovechar y utilizar la capacidad de crear, es fundamental. Crear espacios flexibles donde el objetivo es el intercambiar ideas y nuevas propuestas, fomentará la innovación, tendrá un impacto directo en la eficiencia de los procesos de la organización, fomentará la comunicación y la confianza entre las personas del equipo y de estos/as con el/la jefe/a.
6. Trato personalizado con los/as colaboradores/as
Cada trabajador/a tiene intereses y ritmos de trabajo distintos, como también se adaptan a los cambios de manera diversa, comprender este fenómeno es fundamental para que el/ la líder, pueda vincularse con su equipo de manera personalizada, mejorando la gestión del talento de su equipo y anticipándose a diversas situaciones que podrían afectar a los/as trabajadores/as de distinta manera. Esto sin duda, tendrá un impacto en la confianza y en la motivación de los/as trabajadores/as.
Por último, para ser un buen líder hace falta desarrollar ciertas competencias que contribuirán en la construcción de equipos de alto desempeño, la visión de que el/ la líder nace, es una visión antigua y limitante, todos/as podemos llegar a espacios de responsabilidad en distintos niveles, hace falta voluntad, deseos de aprender, y desarrollar competencias que ayudarán a mejorar la gestión de una organización y de los equipos de trabajo.
