El actual escenario económico, social y tecnológico, al que nos enfrentamos demanda nuevos/as líderes con la capacidad de comprender la nueva era digital, lo que conocemos como liderazgo digital, y promover los cambios que necesitan sus organizaciones. Estamos frente a una era caracterizada por la innovación continua y disruptiva, en gran parte, gracias a la tecnología. Este nuevo contexto nos propone muchísimos desafíos como sociedad, especialmente, propone un reto importante a todas las personas que ejercen como líderes con responsabilidades directas en la gestión y administración de cualquier tipo de organización.
El desafío al que nos enfrentamos no es pequeño. Estamos adentrándonos en una era marcada por la velocidad exponencial de transformación. Esto implica una nueva visión en la gestión empresarial en el que todo es susceptible de cambio, desde las reglas del negocio hasta el propio cliente.
Frente a estos desafíos y en un contexto dinámico, las acciones de siempre no necesariamente funcionan, por lo que también se necesitan líderes con capacidades, conocimientos y actitudes distintas que afronten el cambio con valentía y normalidad.
En este contexto, un líder digital transita entre las habilidades del liderazgo más comunes, junto con el conocimiento y la aplicación de las nuevas tecnologías. Son personas profesionales dinámicas que se encuentran en constante evolución personal y profesional, que demuestran una gran capacidad creativa y una tendencia a desarrollar hábitos que les permiten incrementar su productividad
Basándonos en el trabajo de Lisa Kay Salomon, Fernando Troilo, Redman, Frankiewicz, entre otras personas, hemos delimitado tres perspectivas o competencias que caracterizan a los/las líderes digitales:
Líder en la era digital: competencias que debe tener
1. Mindset Digital o Perspectiva tecnológica
El/la líder digital debe ser capaz de guiar a su organización hacia el éxito en los próximos años, para esto debe entender el gran espectro de posibilidades que entrega la tecnología. Esto implica un equilibrio entre el pensamiento global, para conocer todas las tecnologías y su aplicación en todo tipo de industrias, y el pensamiento más centralizado en su empresa y la aplicación de la tecnología estrictamente necesaria para cumplir con los propósitos marcados por su organización.
Este tipo de personas líderes, necesitan altas cuotas de creatividad que le permita encontrar estrategias para conectar con nuevos clientes que valoren estas propuestas, ofreciendo nuevas plataformas y maneras de vincularse lo más automatizadas posible.
Esta actitud mental digital se traduce en conductas interpersonales que favorecen la colaboración interfuncional, la horizontalidad y la creación de entornos que fomenten nuevas ideas. Desde el liderazgo organizacional en el ámbito empresarial, el desarrollo de un mindset digital conlleva tener una perspectiva estratégica del negocio, centrada en los clientes, la entrega de valor, la mejora continua y la toma de decisiones basadas en datos.
2. Las personas en el centro o Perspectiva humanista
La sociedad que se plantea en el presente y en el futuro es, sobre todo, humanista. En este sentido es fundamental prestar atención a las decisiones que toman las personas con cargos de responsabilidad, velando por que éstas tengan un impacto positivo en el bienestar de las personas, ya sean parte de la organización o no.
Los/las líderes que se centran en las personas son auténticos/as y genuinos/as, aceptan sus errores y demuestran interés por las personas tanto en sus roles laborales como personales.
Las diferentes situaciones que atraviesan las personas, como una pandemia, las complejidades del trabajo actual o las crisis económicas y sociales demandan, por parte de la persona que ejerce como líder, un estilo cercano, empático y de cuidado de las personas con las que trabaja, respondiendo a sus necesidades. Considerando su especial relevancia, de esta competencia dependerá cada vez más la calidad y el tipo de experiencia que perciban las personas que trabajan en la organización y con ello, el nivel de compromiso con la organización.
Otro aspecto clave en este ámbito, tiene relación con la responsabilidad del/la líder de integrar la diversidad como eje fundamental para crear equipos de alto desempeño. Es de gran importancia que el/la líder demuestre respeto por las particularidades de las personas, propiciando esta misma consideración en sus equipos. Su relevancia se incrementa en entornos organizacionales de expansión global y trabajo en redes interculturales. Los/las líderes formados/as y con conciencia de la diversidad e inclusión poseen una mentalidad abierta a las diferencias, las valoran y promocionan el intercambio de perspectivas distintas y contrapuestas.
3. Learning Agility
Se podría definir como la capacidad para encontrar significado en todas las situaciones (incluso en las más negativas) y aprender de las circunstancias más difíciles. En este sentido son fundamentales competencias como:
Flexibilidad
Entendida como la capacidad de modificar planes y acciones para adaptarse a la realidad, manteniendo la productividad durante transiciones o situaciones de crisis.
Inteligencia emocional
Se refiere a la capacidad de percibir, evaluar y gestionar las emociones propias y las de otros/as.
Gestión del talento
Se trata de tomar acciones para enseñar y guiar a otros/as en la adquisición de nuevos recursos, a fin de ampliar su conjunto de habilidades para avanzar a mayores niveles de competencia.
Comunicación
La comunicación, tanto verbal como no verbal, es una habilidad clave para la configuración de vínculos cercanos. Implica necesariamente la escucha activa por parte de los/las líderes para lograr un verdadero entendimiento de las personas que integran sus equipos y ofrecer una respuesta adecuada. Consiste en transmitir información con claridad asegurando su comprensión.
Colaboración
Capacidad de promover la inteligencia colectiva para generar resultados, sobre la creencia de que todas las personas juntas pueden ser más inteligentes, creativas y competentes que cualquiera de las personas de manera independiente.
Creatividad e innovación
Estas dos habilidades son complementarias y preferentemente deben funcionar conectadas para lograr resultados. La creatividad entrega la posibilidad de imaginar algo nuevo y, la innovación, ofrece la capacidad para la realización de lo soñado.
Gestión del cambio
En cuanto a los procesos de cambio, los/las lideres digitales entienden la importancia de llevarlos a cabo y despliegan una serie de acciones para su consecución: estudian el contexto organizacional, comprenden el objetivo y desarrollan una noción clara del resultado y propósito deseado. El desarrollo de la capacidad de gestionar cambios también conlleva tener la habilidad de construir equipos y saber colocar a personas clave en ciertos roles, desarrollando métricas y sistemas de seguimiento para medir los avances.
En Openmet People podemos ayudarte a maximizar el impacto positivo de estas habilidades de liderazgo en el ámbito digital, con un claro enfoque en unir lo mejor de las personas y las habilidades directivas.